La magnetoencefalografía es una técnica de neuroimagen, totalmente no invasiva, que registra los campos magnéticos derivados de las corrientes eléctricas que de forma habitual ocurren en el cerebro. Por tanto, estos campos magnéticos reflejan la actividad cerebral que sustenta los procesos cognitivos como la memoria, atención, lenguaje, percepción y funciones ejecutivas, así como también las emociones.
Esta técnica tiene una buena resolución espacial, y una excelente resolución temporal, del orden de los milisegundos. Esta última característica le permite estudiar la actividad oscilatoria a múltiples frecuencias, que son en realidad los lenguajes que utiliza el cerebro para comunicar información de una región a otra.
El cerebro funciona formando circuitos o redes que comunican diversas áreas cerebrales. Son estos circuitos los que sustentan las conductas humanas desde las más simples, como caminar, a las más complejas como el razonamiento. A esta aproximación se le ha llamado la teoría de redes (ver Maestú et al, 2015) y ha dado sustento a métodos de análisis de la actividad cerebral como la denominada “Conectividad Funcional”. La conectividad funcional es el método sobre el que se basa nuestra aproximación al entendimiento de las conductas humanas más complejas.
Esta es por tanto, una perspectiva novedosa que no se había aplicado anteriormente para conocer el sustrato neurofisiológico de la valoración de: si un producto gusta o nos gusta, si su precio es adecuado y en consecuencia si es alta o baja su probabilidad de compra. Debido a que los datos que nos aporta el cerebro son en ocasiones muy difíciles de interpretar. El grupo de investigación del Centro de Tecnología Biomédica, está tomando soluciones de análisis de datos basados en las técnicas de“Machine learning”. Estos procedimientos habitualmente utilizados en contextos de “Big Data” pueden extraer la información más relevante y que mejor clasifiquen los patrones de actividad cerebral derivados de las conductas humanas más complejas.
El grupo de investigación que sustenta esta nueva perspectiva de análisis de la conducta humana y de los procesos neurofisiológicos que la sustentan, tienen más de 15 años de experiencia con esta metodología y tienen reconocimiento a nivel internacional por sus estudios en diferentes enfermedades neurológicas y el estudio de los procesos cognitivos.
