Estrategia de precios: Cómo dar en el clavo con el respaldo de la ciencia
Definir una estrategia de precios no es fácil.
Los CEO y sus equipos son muy conscientes de la relevancia de implantar medidas eficaces de fijación de precios para generar beneficios adicionales como consecuencia de la mejora en la imagen de marca, competir en mercados donde el precio es un elemento crucial en las decisiones de compra, o aumentar los resultados de explotación.
¿Qué se puede hacer para agregar valor e incrementar la rentabilidad?
Existe una metodología rigurosamente científica que hace más fácil la vida de las empresas en ese momento decisivo de establecer una estrategia de pricing.
Y te lo vamos a contar.
¿Tus sistemas de información son lo suficientemente eficaces?
Hay enormes discrepancias entre los resultados arrojados por los focus group en investigaciones de mercado tradicionales y la realidad del comportamiento de los consumidores.
Y es que ellos no siempre dicen lo que piensan.
La memoria humana es implícita en gran parte, y está sujeta a información que las personas no saben que saben, y sin embargo utilizan en su vida diaria.
Deja de sufrir cada vez que te enfrentes a la toma de decisiones sobre la fijación de precios, y conoce cuál es el precio ideal que tus clientes están dispuestos a pagar por tus productos o servicios sin que afecte al volumen de negocio o a la demanda.
Los precios cuentan una historia.
Imagina las implicaciones positivas que todo esto tiene para tu negocio.
Acierta en la toma de decisiones
Además de conocer cómo entiende el mercado tu política de precios, se puede medir la verdadera disposición a pagar de los consumidores, y descubrir si el precio al que has decidido vender un determinado producto o servicio se ajusta realmente a las expectativas de tus clientes.
Piensa que la decisión de compra siempre está en sus manos.
Establece la estrategia de precios perfecta
Optimiza “con cabeza” la fijación de precios mediante un análisis de los campos magnéticos que el cerebro emite de forma natural.
La magnetoencefalografía permite medir la actividad cerebral en milisegundos, y seguir en tiempo real la velocidad de procesamiento que utiliza el cerebro cuando una persona está realizando una tarea cognitiva: aprendiendo, memorizando, tomando decisiones, y en este caso, cuando está valorando si un precio le parece bien o mal.
A partir de un análisis de precios, se puede identificar qué está generando la distancia entre el precio de venta y el precio más apropiado según el consumidor e investigar qué efecto producen las diferentes variaciones del precio en el cerebro de los clientes.
En algunos casos esa diferencia viene generada por una percepción del producto peor de la esperada por parte del consumidor, en otros puede ser debida a un posicionamiento real de la marca distinto al esperado por la empresa.
Los precios que generan discrepancia en el sujeto lo hacen alrededor de 400 milisegundos después del estímulo en regiones prefrontales y parietales. Los ajustados y los no ajustados, generan perfiles de actividad cerebral diferenciables.
Ahora ya puedes superar las expectativas y conseguir que tu producto «nunca sea caro».