¿Te imaginas poder reproducir lo que pasa por tu cerebro mediante Realidad Virtual?
La realidad virtual (VR) y la realidad aumentada (AR) están rediseñando los límites de la experiencia humana, y ambos medios te obligan a repensar cómo los usuarios deberían experimentar con el mundo digital e interactuar con él.
Un entorno virtual es un espacio digital en el que se recrean experiencias sensoriales y se pueden rastrear los movimientos de un usuario.
La realidad virtual se puede utilizar para crear un mundo tridimensional en el que las personas pueden moverse e interactuar, lo que hace a esta metodología muy adecuada para estudiar los fenómenos psicológicos y sociales.
Conoce la conexión de la realidad virtual con el cerebro
Ya se han logrado grandes avances con la captura de movimiento, la háptica (el famoso sistema quirúrgico Da Vinci), el seguimiento ocular y el procesamiento del lenguaje natural. El siguiente paso consiste en realizar un esfuerzo serio para vincular la realidad con la plataforma informática suprema: el cerebro humano.
Y eso solo para empezar.
Los beneficios de un BCI son únicos: analizan los patrones de actividad cerebral para determinar la intención del usuario. Esta tecnología ya es capaz de escribir en teclados virtuales y controlar extremidades protésicas, totalmente de la actividad cerebral.
La Revolución de las BCIs
Hoy en día, esta tecnología de realidad mixta se emplea fundamentalmente en el campo de los videojuegos. Se espera que, a largo plazo, las compañías integren sensores cerebrales directamente en sus productos de AR/VR.
A pesar de que esta tecnología es muy actual, ya se han realizado estudios combinando realidad virtual y EEG para estudiar el comportamiento de conducción, la navegación espacial y la presencia espacial. Y muy recientemente, se ha utilizado esta tecnología para estudiar el comportamiento del lenguaje.
Podría resultar problemática la suposición de que las interacciones humano-computadora son necesariamente diferentes de las interacciones humano-humano. Sin embargo, gracias a estos estudios, las evidencias han sugerido que este no es el caso.
Aplicaciones de las BCIs para las empresas
Al ofrecer la posibilidad de recrear entornos cotidianos muy complejos y ricos, la realidad virtual permite a los investigadores aumentar la validez de un estudio mientras se mantiene un control experimental completo.
Esto permite estudiar el comportamiento en diferentes entornos sin la interferencia de señales incontrolables, y la manipulación de variables que tradicionalmente han sido difíciles de replicar o controlar en el laboratorio.
Puesto que los entornos virtuales a menudo son muy atractivos, pueden considerarse una herramienta de motivación.
En el mundo del marketing estratégico, resulta interesante poder estudiar la reacción de un cliente ante un producto, medir la eficacia de una campaña publicitaria o medir la impresión de un consumidor cuando se presenta ante un producto en un punto de venta.
Poder crear un entorno virtual (presentación de un producto) y simular una determinada situación de interés (percepción por parte del consumidor), al mismo tiempo que conocemos la actividad cerebral (reacción verdadera del cerebro), va a suponer una auténtica revolución en el mundo del marketing.
Con toda esta tecnología en nuestro poder, en unos años podríamos hablar de creación de realidades virtuales para conseguir descifrar qué dice realmente nuestro cerebro.