Proceso toma de decisiones y neurociencia

Neurociencia cognitiva: cómo influye la memoria en la toma de decisiones

¿Alguna vez has pensado qué hay detrás de los procesos de toma de decisiones?

El algo que tiene que ver con el tipo de memoria, y la comprensión de la ciencia en este asunto es vital.

Como anticipo antes de seguir, te diré que no sabes que tienes información que usas para tomar una decisión y que si la usas, es porque has tenido vivencias previas.

De este post, conscientemente te vas a llevar un 5% del mensaje, pero implícita o inconscientemente te llevarás un 90%. De hecho, la próxima vez que leas algo relativo al cerebro, notarás que haces un análisis mucho más rápido, te harás más preguntas y serás más eficiente en la asimilación de lo leído.

Evolución de la neurociencia cognitiva

Cuando no había técnicas de neuroimagen, los casos históricos de neurología han ido permitiendo ver la relación entre la conducta y determinadas áreas del cerebro.

El caso de Henry Molaison es muy importante porque es el que más cosas ha enseñado del cerebro. Cualquier neurólogo, neuropsicólogo o neurocientífico lo conoce. Murió en el año 2008 y desde que en 1957 se le hizo una cirugía, ha sido ampliamente estudiado. Se quedó sin posibilidad de memorizar ni aprender nunca más de forma declarativa, es decir, de forma consciente.

¿Qué se aprendió con el caso de Henry Molaison? Qué tenemos dos tipos de memoria. Una declarativa en la que somos conscientes: yo sé que sé (me acuerdo de determinadas cosas). Y lo que se descubrió es que esto no era lo único que pasaba en nuestra memoria.

La memoria implícita es la clave

Hay un pull de memoria, de cosas muy importantes que pasan en tu vida, que se almacena de forma implícita. Es información que no sabes que sabes, pero sabes. Es decir, no sabes que sabes algo pero en realidad actúas sobre esa información.

Y entonces, si esa información no sabes que la sabes, ¿cómo la utilizas? -te preguntarás-.

Hay cosas que sabemos y que somos conscientes que sabemos, pero hay muchas más cosas que tenemos memorizadas y que no sabemos que sabemos. Esa es la memoria implícita.

Si por ejemplo tomas la decisión de comprar una camisa porque te gusta, es mentira. No tiene por qué ser verdad que a ti te guste. Lo que tienes es priming o facilitación perceptiva. La has visto antes y te hace responder más rápidamente a ese estímulo que a otros que no has visto.

Es precisamente este sistema implícito el que rige un porcentaje mayoritario de las decisiones de cualquier persona y que frecuentemente se confunde con la intuición.

¿Necesitas respuestas claras acerca de los motivos que sustentan la toma de decisiones?

Procesos de toma de decisiones

Ahora ya es posible.

Las investigaciones neurocientíficas permiten entender los distintos mecanismos neurocognitivos que subyacen a la conducta humana como la motivación, el aprendizaje, la resolución de problemas y cualquier proceso de toma de decisiones.

Más concretamente, la neurociencia cognitiva pone conducta y neurociencia juntos para entender todo esto mediante técnicas de neuroimagen.

Al utilizar estos procedimientos, se contesta a preguntas que tienen que ver con  si a alguien le gusta algo, qué atributos semánticos destila determinado producto, si se entiende el mensaje o si la información se está memorizando.

Aumenta la efectividad en la toma de decisiones

Existe una metodología rigurosamente científica que hace posible evaluar las redes funcionales asociadas a esas reacciones implícitas rápidas que rigen la mayoría de las decisiones.

La magnetoencefalografía permite medir la actividad cerebral cuando una persona está realizando una tarea cognitiva: aprendiendo, memorizando, tomando decisiones, si algo le gusta o no le gusta, si un precio le parece bien o mal, y gran parte de la conducta o cognición que estaba oculta a la declaración consciente.

De hecho, se puede tener una respuesta fisiológica objetivable y no manipulable.

Es una técnica no invasiva que hace posible evaluar en milisegundos la actividad del cerebro cuando alguien está realizando diferentes procesos cognitivos, o por ejemplo, tomando decisiones acerca de si algo es más o menos de su agrado.

En 300 milisegundos una persona puede tomar una decisión y la máquina lo detecta porque registra campos magnéticos muy débiles generados por las corrientes intracelulares.

Ahora, si tú quieres, puedes orientar tus decisiones empresariales mediante información validada científicamente.

Efectividad en la toma de decisiones