Somos nuestro cerebro: Mind Decoding o cómo descifrar la toma de decisiones de los consumidores
Las personas tomamos más de 35.000 decisiones cada día, de las que solo una pequeña parte llegamos a ser conscientes.
La materia gris dispara el mecanismo de respuesta para tomar una determinación entre 200 y 300 milisegundos antes de que seamos conscientes de ello, como explica el catedrático Manuel de Vega de Psicología Básica de la Universidad de La Laguna.
Esto es un claro ejemplo de la importancia que tiene el estudio del funcionamiento cerebral subyacente a la conducta humana, y un aspecto muy complejo que nos define como seres humanos, ya que, en gran medida “somos nuestro cerebro”.
Conocer las intenciones declaradas de los consumidores es una labor muy útil para las empresas, porque cualquier decisión incluye un componente intencional.
Sin embargo… ¿Qué impulsa a las personas a actuar? ¿Qué hay detrás de los procesos de toma de decisiones?
Mind Decoding integra el uso del análisis neuronal en los objetivos globales de las empresas para la comprensión funcional básica del cerebro y su impacto en los contextos empresariales.
A partir de la actividad fisiológica del cerebro, el Mind Decoding permite descubrir la conducta del individuo, y saber si una persona está codificando en la memoria ciertos aspectos de un logo, si un producto le está gustando o no, e incluso si el precio de un producto le parece adecuado o no. La fisiología cerebral permite predecir la posible conducta de las personas.
Mind Decoding, ¿es lo mismo que Neuromarketing?
Aunque son metodologías de estudio de mercado similares, tienen una gran diferencia: la rigurosidad y el aval científico.
El neuromarketing es un fenómeno muy denostado que parte de un concepto mal utilizado y que ha vendido mucho humo detrás de un término con “sonoridad científica”. Por eso es importante diferenciarse apostando por el término Mind Decoding, que hace referencia a la decodificación de la conducta humana a partir del funcionamiento cerebral.
Mind Decoding permite realizar proyectos de consultoría de alto valor añadido con auténtica validación científica, y trabajar en marketing estratégico para posicionar productos.
¿Cómo podemos descifrar el mecanismo cerebral de la toma de decisiones?
Existen diversas técnicas de neuroimagen que pueden ser empleadas para el estudio del funcionamiento cerebral.
Algunas ofrecen mejor resolución espacial que otras, son más o menos invasivas y su funcionamiento es más o menos complejo. Estas características, junto a la institución propietaria y el entorno tecnológico, determinan el contexto en el que cada una de ellas es utilizada.
En el estudio del comportamiento del consumidor, herramientas como el PET (Tomografía por Emisión de Positrones) no se utiliza, debido a su alta invasividad, ya que necesita inyectar un marcador radiactivo al participante.
En cambio técnicas como la fMRI (Resonancia Magnética Funcional con grado de invasividad moderado) generan datos relevantes para las empresas a nivel espacial, ya que permite ubicar de forma muy precisa las zonas del cerebro que se ponen en funcionamiento, por ejemplo, durante la toma de decisiones ante una propuesta de mercado.
Otra tecnología comúnmente utilizada en este contexto es el EEG (Electroencefalografía), por su menor precio y por ser portables (aunque mucho menos precisas).
Entre todas ellas destaca la MEG (Magnetoencefalografía), que permite registrar la actividad cerebral con una resolución temporal de milisegundos y con una resolución espacial de milímetros.
La MEG se emplea desde hace casi dos décadas en investigación médica por su rigurosidad y sus propiedades no invasivas. Se ha posicionado como una técnica ideal para el estudio de la actividad cerebral y por tanto, para el análisis de los procesos cognitivos que rigen nuestra conducta, incluso en el contexto comercial.
Las técnicas de neuroimagen han permitido avanzar y conocer un poco más sobre cómo se procesa la información que recibe el cerebro humano y cómo la actividad cerebral subyacente influye en la toma de decisiones.
Científicos de la Universidad de Rochester afirman que las personas toman las decisiones más óptimas cuando lo hace su cerebro de forma inconsciente.
¿Imaginas lo que todo esto significa para la evolución y la efectividad de tu negocio?
Y es que el cerebro nunca miente…